El Ministerio de Cultura italiano quiere restaurar una obra de Banksy, mientras que algunos artistas consideran que se debe dejar que se deteriore paulatinamente.
En la pared de un palacio veneciano abandonado, un niño, pintado con pintura en aerosol negra, con un chaleco salvavidas y una antorcha en la mano, emerge de las olas. Presentada durante la Bienal de Arte Contemporáneo 2019, la obra de Banksy se ha convertido en una atracción turística más en la Ciudad Ducal. Pero debido a la humedad y la sal, va desapareciendo.
Preocupado por este fenómeno, el propietario del palacio empezó pidiendo a la Sopraintendenza dei Beni Culturali, la institución italiana que se ocupa del patrimonio cultural, que interviniera. La Sopraintendenza se declaró incapaz para hacerse cargo de una obra tan reciente, por lo que el presidente del Ayuntamiento, Luigi Brugnaro, y el presidente de la región del Véneto, Luca Zaia, se pusieron en contacto con Vittorio Sgarbi, subsecretario de Cultura del gobierno de Giorgia Meloni. Luego se encargó de restaurar la obra, conocida como "L'Enfant Migrant", gracias a una financiación privada concedida por un banco italiano.
El trabajo de Banksy en Venecia hay que restaurar? Vittorio Sgarbi, subsecretario de Cultura, está convencido. En Venecia, el tema es controvertido. Guías, arquitectos, artistas y profesionales tienen opiniones más matizadas.
"La parte inferior de los palacios venecianos, en contacto con el agua, se conoce en arquitectura como la zona de sacrificio", explica Monica Gambarotto, guía turística de Venecia. "Generalmente se deja descubierta y sin pintar para evitar que el agua del canal suba y ser absorbido por el recubrimiento.
Por tanto, no es de extrañar que el "niño migrante", salpicado de taxis acuáticos que pasan constantemente, vaya desapareciendo poco a poco. El Río Novo, donde se encuentra la plantilla, es uno de los más transitados de la ciudad y conecta la estación de tren con el Gran Canal. El paso de las lanchas a motor provoca lo que los venecianos llaman "moto ondoso", olas que erosionan la laguna.
Tras la propuesta de la Subsecretaria de Cultura, los artistas y arquitectos locales no tardaron en reaccionar. Evyrein, un artista local cuyos caracteres estampados se parecen a los del artista anglosajón, estaba furioso: "Banksy No es estúpido, sabía muy bien que, cuando creó su obra junto al agua, no estaba destinada a durar. ¡No tiene sentido restaurarlo!
"El gesto me conmovió, pero al final el resultado fue peor. Si me pidieran que tocara la obra de un colega, me negaría, a menos que tuviera su consentimiento", afirma el artista.
Para Rosanna Carrieri, activista de Mi Riconosci, una asociación de profesionales del sector cultural, es ante todo fundamental plantear la cuestión a las personas interesadas. " Antes de realizar una operación de restauración, es imprescindible consultar al artista, pero también a la comunidad local, de lo contrario podría tratarse simplemente de una operación desde arriba, aprovechándose de la reputación de Banksy", él afirma.
Fuente: Euronews