
En 1958 finaliza el curso de pintura en la Escuela de Bellas Artes de Lisboa, donde conoceRené Bertolo, gonzalo duarte, pino de la costa Eslourdes castro. En un estudio compartido conjoao vieira, René Bertholo y Gonçalo Duarte en el último piso del “Café Gelo”, se une al grupo de artistas visuales que se hizo conocido como “Grupo de café helado”.
Antes, sin embargo, ya se había adherido al MAR (Movimiento de Renovación del Arte Religioso) iniciado en 1952 y que, citando, “corresponde a la realización de la voluntad de un grupo de artistas católicos comprometidos en elevar la arquitectura religiosa y el arte sacro en Portugal a una mayor dignidad y calidad plástica, en oposición formal al mantenimiento de modelos arquitectónicos tradicionalistas en las nuevas construcciones religiosas de los centros urbanos de Lisboa y Oporto”.En MAR, entre otros, Nuno Teotónio Pereira, João de Almeida, Nuno Portas, Erich Corsépius, Diogo Pimentel, Luíz Cunha, António Freitas Leal, Manuel Cargaleiro, José Escada, Flórido de Vasconcelos, Madalena Cabral y María José de Mendonça.
En París, de 1959 a 1969, con Lourdes Castro, René Bertholo, António Costa Pinheiro, João Vieira, Gonçalo Duarte, Christo y Jan Voss, fue uno de los fundadores del grupoKWY ("Here We Go") definido como un espacio "en el que los artistas dejaron de agruparse por tendencias -como había ocurrido en décadas anteriores con elneorrealistas osurrealistas, entre otros – para, en el mejor de los casos, unirse a grupos de intervención […] que les permitía actuar con mayor eficacia en contextos, pero sin que las respectivas obras asumieran un sentido académico o estético común".
Expuso, colectiva e individualmente, desde 1953 hasta 1979, no porque estuviera preocupado u ocupado en promocionar sus obras, sino porque su personalidad, su cultura y el valor de su obra no permitían ningún tipo de indiferencia.
“Escada um Príncipe Fora do Tempo”, (Lisboa, 2014) fue la primera gran y completa exposición de la obra de José Escada jamás realizada. Fue por iniciativa de la galería São Roque y de su mentor Mário Roque, que reunió 95 obras, muchas de ellas inéditas, consumadas después de casi 10 años de trabajo.
Escada fue un artista virtualmente olvidado. Hoy es imposible ignorarlo.
Del magnífico catálogo de la exposición, en un texto de Sílvia Chicó y que dio nombre a la exposición «No olvides a José Escada, un “Príncipe fuera del tiempo”», nos permitimos sacar el siguiente párrafo:
“Escada vivió sólo cuarenta y seis años, y a pesar de ser muy apreciado por artistas como Vieira da Silva, nunca fue un “pintor consagrado” en vida, pero aún así un pintor de cualquier régimen, pero en el consenso de especialistas fue, inequívocamente, uno de los grandes pintores portugueses de su tiempo. Escada fue un hombre culto, de rara calidad espiritual, discreto, de personalidad rica y polifacética, que nunca hizo lo que quiso.marketing de sus obras y nunca llamó a las puertas de la prensa para promocionarse”.
También del mismo catálogo anotamos la referencia que hace Rui Mário Gonçalves a la obra de Escada: “Abstractas o figurativas, las pinturas de Escada son construcciones místico-íntimas del mundo, al servicio de una meditación que quizás buscaba ver al hombre y la naturaleza en una gran unidad existencial”.