Júlio Pomar: el artista de la figuración
Júlio Pomar fue uno de los artistas de mayor impacto en las artes portuguesas del siglo XX, desde el inicio de su carrera. Comprometido con los problemas sociales, se inició en el movimiento artístico del neorrealismo, que retomó la actitud estética y social del realismo del siglo XIX, demostrando simultáneamente las nuevas inquietudes del siglo XX. Durante siete décadas logró reinventarse constantemente, ya sea en las técnicas y medios utilizados o en los movimientos artísticos.
Entre los pintores portugueses modernos,Júlio Pomar es uno de los pocos, como Paula Rego — cuya figuración, no sólo humana, es el tema principal. Muchos fueron los animales retratados porJúlio Pomar: el cerdo, el mono, el tigre, el cuervo, el elefante, la jirafa, el venado, la tortuga, el toro, el gato, el caballo, el perro, el lobo, la cabra y la cabra, la gaviota y la mosca. En este artículo abordaremos cómo se representaron estos en las diferentes tipologías artísticas.
Martillo y tres frutas enJúlio Pomar, 1991-2002
Júlio Pomar entre los animales
Primero, en un movimiento abstracto, entre 1960 y 1966, tenemos el ciclo taurino, que según Alexandre Pomar: “emergía, con la diversidad de sus diversos tópicos temáticos, como una serie más emblemática, a las carreras de caballos ya pintadas en París, donde Pomar se mudó en 1963. En ellas, la lectura de un problema del movimiento polarizado, diferenciado en los dos serie, donde la arquitectura tensional de las fuerzas en combate, primero, y la velocidad continua luego, coinciden en el juego pictórico como un arabesco sincopado y aparecen diferidos en la forma que construye su propio espacio.”
tigre azul enJúlio Pomar
Entre 1978 y 1982, el encanto deJúlio Pomar por los tigres, por invitación de Joaquim Vital para ilustrar la edición traducida tigres azules, de Jorge Luis Borges. En este cuento nunca se ve al tigre, solo sus huellas aparecen a diario, sin embargo el pintor decidió representar a estos felinos como tema principal, ocupando una posición frontal o de perfil.En la década de 1980, aparecieron cuervos, vinculados a los poetas de Lisboa, en las baldosas del Metropolitano de Estação Altos dos Moinhos. Este animal, capaz de hablar, tiene una gran simbología para la ciudad de Lisboa, ya que forma parte de su escudo de armas. Además, se convirtió para Fernando Pessoa yJúlio Pomar en un recurso poético.
“San Vicente, está probado, entró en el Tajo sobre un cadáver navegante bajo la guardia de dos cuervos... luego en convivencia... Pero, aunque con uno que otro rodeo para desatarse, en los barrios de la capital es que los cuervos hicieron vida. Pátio do Corvo, en São Vicente de Fora, Rua dos Corvos, hasta la Escalera de Santo Estêvão, Terreiro do Corvo, en la Catedral. Es una leyenda de Lisboa”. - José Cardoso Platillo.
mono cocinero enJúlio Pomar
La década siguiente está marcada por pinturas y serigrafías de los cuatro monos, realizando actividades humanas, como cocinar. Estas obras pueden abordarse prácticamente como un autorretrato irónico o una sátira pictórica sobre las actividades que el ser humano realiza en su día a día. En el verano de 1992, el artista inició la serie “L'Année du Cochon(El año del cerdo), porque ese año se celebra en el calendario chino el año del cerdo. Júlio Pomar dicho: "Varios eventos se superpusieron. Primero, mi antigua atracción por el animal... En esa época fumaba dos o tres paquetes al día y me daba por decorar a mis personajes mitológicos con cigarrillos, que les ponía entre los dedos o en la comisura de la boca. Así que tuve que incluir El daño del tabaco en el Año del cerdo..” Posteriormente vuelven a aparecer en relación con el episodio de la Odisea sobre las tentaciones de Circe y obras como “Circe a la toupie” (Circe con un trompo) y en “Cochon assis au bar à l'eventail(Cerdo sentado en la barra con ventilador).
Otros ejemplos de obras con animales son los tapices de la sede de Caixa Geral de Depósitos con caballos, las águilas del centenario del Benfica, los gatos, ovejas y jabalíes de las ilustraciones de Don Quijote. Como mencionamos anteriormente,Júlio Pomar retrató muchos animales a lo largo de su carrera, algunos de los cuales quedaron en un segundo plano, representados de forma casi despreocupada, vinculados a un entorno doméstico.La importancia de los animales queda así denotada por su presencia firme, a lo largo de seis décadas, en su obra, desde las pequeñas esculturas individuales de barro con monos de 1949 hasta los burros tocando la viola de 2010.