
La Tate Modern de Londres muestra su primera gran exposición de fotografía africana contemporánea, afirmando que considera el medio como una herramienta para la construcción del mundo.
Durante el período colonial, la cámara se convirtió en una especie de dispositivo imperial, ya que las imágenes occidentales definieron narrativas sobre la historia, la cultura y la identidad del continente africano. Ahora, en su primera gran exposición de fotografía africana contemporánea, la Tate Modern de Londres muestra el trabajo de una nueva generación de artistas africanos que utilizan la fotografía en sus propios términos.
“Un mundo en común: fotografía africana contemporánea” presenta a 36 artistas (que trabajan en fotografía, vídeo e instalación) que representan diferentes generaciones y una amplia gama geográfica. Cada uno ofrece sus propias perspectivas únicas sobre África y su relación con el resto del mundo, informadas por la historia mientras miran hacia el futuro con esperanza.
La exposición está comisariada por el curador de arte internacional del museo, Osei Bonsu, junto con los curadores asistentes Jess Baxter y Genevieve Barton y la ex curadora asistente Katy Wan.
“No es una investigación fotográfica tradicional. Realmente no creo que África pueda resumirse o resumirse en una gran exposición”, dijo Bonsu a Artnet News. “Este fue otro intento más de contar historias muy específicas sobre África a través de la lente de artistas que vivieron y trabajaron en el continente, o rindieron homenaje a muchas de las tradiciones y prácticas visuales que, en mi opinión, reflejaban mejor la forma en que vemos la fotografía. en África".
La exposición presenta alrededor de 100 obras en siete secciones temáticas de artistas como Leonce Raphael Agbodjélou, Edson Chagas, Zohra Opoku, Kudzanai Chiurai, Wura-Natasha Ogunji y Zina Saro-Wiwa.
Algunas fotografías imaginan historias alternativas para el continente y su diáspora global, incluida la recreación de un pasado real precolonial, con reinos africanos gobernados por antiguas dinastías.
Basándose en el pasado más reciente, otros fotógrafos se involucran con las tradiciones de la fotografía de estudio, que se hizo popular en África en las décadas de 1950 y 1960, cuando muchas naciones lograron la independencia. Estos estudios permitieron retratar a familias africanas, a menudo por primera vez, y los lazos de parentesco capturados en estas imágenes todavía resuenan en sus homólogos contemporáneos.
También hay fotografías que muestran duras verdades sobre nuestra realidad actual y la creciente emergencia climática, documentando el rápido crecimiento de los espacios urbanos en África, así como la esperanzadora imaginación de las utopías poscoloniales.
Juntos, los artistas recuperan la historia africana e invitan a los espectadores a reconsiderar el lugar del continente en el mundo, destacando la importancia de la memoria y la identidad cultural.
Fuente: Noticias Artnet