
el maestro murio Manuel Cargaleiro, el artista que "nunca permitió que el cosmopolitismo significara desarraigo"
La noticia se anuncia en una nota publicada en el sitio oficial de la Presidencia de la República, en la que Marcelo Rebelo de Sousa "expresa su pesar por la muerte del Mestre Cargaleiro". "El Presidente de la República nunca olvidará su último encuentro con Mestre Cargaleiro, hace semanas, en su casa de Lisboa, en el que siguió soñando con proyectos de futuro y creyendo en la Vida, respetando siempre a Portugal", se lee en el misma nota.
Manuel Cargaleiro (1927), es uno de los últimos pintores que integró la conocida escuela parisina y el movimiento del abstraccionismo lírico. Sus obras se pueden encontrar en varios lugares del mundo, con una obra pública en Portugal en la estación del colegio militar pero también en París. En Italia tuvo una especial vinculación con la ciudad italiana de Vietri Sul Mare, actualmente sede de la Fondazione Museo Artistico Industriale. Manuel Cargaleiro. Continúa trabajando duro hasta el día de hoy, todavía en París. Conozca al maestro de la abstracción lírica en este artículo.
El Arte de la Cerámica invadió su vida, desde su infancia, gracias a un vecino que tenía un alfarero y despertó su curiosidad. Viajó a Italia con una beca del Estado italiano y, posteriormente, a Francia con una beca de Gulbenkian, para trabajar en la fábrica de cerámica Faiencerie de Gien. Este lugar y la propia capital francesa le brindaron oportunidades únicas, en un momento en que Portugal estaba cerrado por la dictadura de Salazar. París fue el centro de la cultura y el arte durante los siglos XIX y XX, por lo que muchos artistas de diferentes nacionalidades se reunieron y compartieron ideas, siendo recordada como la escuela de París. los portugueses, Manuel Cargaleiro y Vieira da Silva, Fueron uno de los últimos artistas en integrar esta conocida escuela parisina y también la última generación del movimiento del abstraccionismo lírico.
A principios de la década de 1950 comenzó a participar en espectáculos y exposiciones en Portugal, y a lo largo de su vida participó en numerosas exposiciones colectivas e individuales, en todo el mundo, desde ciudades como Ginebra, Milán, Lausana, París, Brasilia, Lisboa, Portalegre. a Reims. Su lenguaje pictórico estuvo fuertemente marcado por el uso de la geometría y el lenguaje abstracto, tendiendo a ser no figurativo, con pinceladas espontáneas y dinámicas. La exploración del color es una de las principales características de su obra, ya que revela sentimientos y crea diferentes espacios en una sola composición. Sus obras están llenas de azul, según afirma el propio artista: “el azul del mar, el azul del cielo, es el color de la introspección. El azul para mí es la base de todo”.
Sus pinturas abstractas demuestran sus sentimientos y observaciones, de forma natural y sin esfuerzo. En la serie de ciudades imaginarias transmite sus ideas representando lo que imaginaba que sucedía en una ciudad, luego de una larga observación de la misma.
“Principalmente, son formas de alegría y esperanza de vida, islas de felicidad que Cargaleiro cultiva en una dimensión y persistencia que rara vez se encuentran en la producción artística portuguesa; que, en cualquier caso, en ningún otro artista, se constituye como centro de la acción creativa y como eje de sentido de la obra en su conjunto”. — Siza Vieira en Manuel Cargaleiro, Vida y Obra, Museo Cargaleiro
En sus azulejos prevalece la espontaneidad de la pincelada, y en sus pinturas se distingue un sentido ornamental y decorativo, la opción por la bidimensionalidad y la negación de la profundidad. Orgullosamente portuguesa, la influencia de las tradiciones portuguesas se deja ver a través del uso del lenguaje de los azulejos -repetición de cuadriláteros y el uso de colores como el azul y el blanco- pero también mediterráneas, que representan la luminosidad, el optimismo y la sensualidad característicos de esta zona. Así, los diálogos que establece con la tradición del conocimiento artesanal y la historia del arte de su tiempo están fuertemente implícitos en la génesis de su obra. A través de su continuo esfuerzo logró crear un lenguaje impactante en el mundo artístico, a través de su lenguaje abstracto utilizando la geometría y la combinación de la cerámica y la pintura, a través de juegos entre color, luz y sombra. Además de pintura y cerámica, Manuel Cargaleiro También exploró el dibujo, la escultura, el tapiz y el grabado.
“Notamos en su obra una atención constante al mundo que lo rodea. Es una actitud que caracteriza tu forma de ser y Manuel Cargaleiro lo expresa como curiosidad por la naturaleza, sus formas y materiales, sus modelos y posibilidades técnicas de representación; esta lectura nos da la esencia de su procedimiento y actitud, abriendo el camino a sus creaciones”. —João Pinharanda
El artista portugués Manuel Cargaleiro creó un lenguaje impactante en el mundo artístico a través de la combinación de la cerámica y la pintura, a través de juegos entre color, luz y sombra. Sus obras se caracterizan fuertemente por el uso de la geometría y el lenguaje abstracto, tendiendo a ser no figurativos con pinceladas espontáneas y dinámicas llenas de colores vibrantes, que se superponen a la forma, reduciendo la formalidad que caracteriza a los elementos geométricos. La exploración del color es una de las principales características de su obra, ya que revela sentimientos y crea diferentes espacios en una sola composición. Se nota la influencia de los azulejos tradicionales portugueses, por la repetición de cuadriláteros y el uso de colores como el azul y el blanco. Además de pintura y cerámica, Manuel Cargaleiro también exploró el dibujo, la escultura, el tapiz y el grabado. Descubre más sobre Manuel Cargaleiro en este artículo.