¿Quién es Ana Jotta?
Ana Jotta nació en Lisboa en 1946, donde todavía trabaja y vive. Asistió a la Facultad de Bellas Artes de Lisboa, incorporándose posteriormente (1965-68) a la École de Arts Visuels et d´Architecture de l´Abbeye de la Cambre, en Bruselas. Tras un período en el que se dedicó principalmente a la actividad teatral, como actriz (1969-80), su actividad se centró en las artes visuales. Desde principios de los 90 es un habitual de ferias y bienales de arte (ARCO, Bruselas, Johannesburgo, Barcelona, etc.). En 2005 realizó una exposición retrospectiva en el Museo Serralves.
El camino de Ana Jotta
Desde principios de la década de 1980, Ana Jotta ha ido construyendo una obra que vive en un limbo muy estrecho entre su vida personal y su trayectoria. Así, desarrolló su trabajo a lo largo de una serie de descubrimientos que incorporan un cierto tipo de borrado: de sus propios pasos anteriores, de las ideologías del modernismo, de los mitos del posmodernismo, de la noción misma de autoría que él mismo deconstruye y reconstituye. Referencias de la historia del arte se mezclan con referencias de la cultura popular y vernácula. Ana Jotta ha ido desmontando la noción de «estilo único» o «coherente».
¿Cuáles son las características de las obras de Ana Jotta?
Su obra ecléctica y heterogénea está marcada por una actitud de libertad, fuertemente ligada a la cotidianidad, a través de objetos, textos, ideas y, en este caso, también música, que la artista colecciona y colecciona. Ana Jotta tiene una obra múltiple dividida en diferentes técnicas, desde pintura, escultura, instalación, fotografía, cerámica. De esta forma, ha incluido en sus obras las artes decorativas, tradicionalmente catalogadas como “artes menores”.
A lo largo de los años, la diversidad de su obra ha recorrido las memorias del arte moderno y contemporáneo, tratando de encontrar, paradójicamente, una poética del error, del fracaso, de la pereza, la magia posible del gesto artístico. En una entrevista hacia el final de su vida, Marcel Duchamp dijo que “Hay tres tipos de gusto: buen gusto, mal gusto y gusto indiferente. Soy para gustos indiferentes. El viaje de Ana Jotta parece, por momentos, una ironía de esta (en sí misma irónica) teoría del “gusto indiferente”.
La influencia y las retrospectivas de Ana Jotta
La obra de Ana Jotta es un recorrido por las innumerables posibilidades de sus andanzas y afinidades electivas, en una galería donde Duchamp y Beckett, Broodthaers y Georges Perec, Joseph Cornell y Leporello, el criado de Don Giovanni que inventaría los amores del amo. Ana Jotta ha expuesto su obra en las más prestigiosas fundaciones e instituciones como Le Crédac, Ivry-sur-Seine, Francia; Etablissement d'en face, Bruselas y en Malmo Konsthall, Malmo. Su primera exposición individual tuvo lugar en la Galeria EMI – Valentim de Carvalho, en 1985. Rua Ana Jotta fue el título de la primera exposición retrospectiva de la artista, presentada en el Museo de Arte Contemporáneo de Serralves, en 2005. Está representada en las colecciones de la Centro de Arte Moderno – Fundación Calouste Gulbenkian, Fundación Luso-Americana para el Desarrollo y Fundación EDP, en Lisboa, así como en la Fundación Serralves, Oporto, y en ARCO, Madrid. También mostró su trabajo en Culturgest Porto con la exposición “CASSANDRA”, en Culturgest Lisboa con “A Conclusion of Precedent”, y también en la Casa de São Roque con la exposición “INVENTÓRIA”. En 2013 fue distinguida con el Gran Premio de Arte de la Fundación EDP y en 2014 con el Premio AICA. Posteriormente, en 2017, Ana Jotta recibió el Premio Rosa Shapire, Kunsthalle, Hamburgo.