
Esta historia comienza en marzo de 1918, durante la Primera Guerra Mundial, cuando los alemanes bombardearon Amiens durante 28 días y 28 noches. Destruyeron gran parte del Musée des Beaux-Arts, ahora Musée de Picardie. Para tratar de salvar el patrimonio, muchas obras fueron retiradas y llevadas a un lugar seguro. Cuando, después de la guerra, regresaron al museo, faltaba el cuadro “Diana et Endymion”, de Jérôme-Martin Langlois. Fue clasificado, primero, como “irrastreable desde la devolución de las obras sustraídas en 1918”, y, posteriormente, como “destruido por una bomba que cayó sobre el museo”. Pero no. La obra estará en poder de la artista Madonna desde 1989. Esta historia fue revelada recientemente por Le Figaro, lo que dio lugar a un pedido especial. Algunos especialistas lo dudan y han dicho que el cuadro que está en la casa de Madonna -que se puede ver en las redes sociales- tiene tres centímetros menos de altura que el original -pero hay quienes adelantan que es posible que se haya recortado parte para eliminar la fecha y la firma del autor.

Madonna habría adquirido la obra en 1989 en una subasta en Sotheby's en Nueva York, por 1,3 millones de dólares. Esta semana, el 'caso' ganó un nuevo esbozo. En Facebook, el alcalde de Amiens dejó una petición a Madonna: que le preste el cuadro a la ciudad.

"Nuestros habitantes podrían redescubrir esta obra y apreciarla", argumentó el alcalde, que inició acciones legales contra "personas desconocidas" por el robo del cuadro. Pero la alcaldesa Brigitte Fouré dice que Madonna no tiene que preocuparse: "Claramente, no cuestionamos de ninguna manera que haya adquirido esta obra legalmente". “Pensé que sería una buena idea pedirle a Madonna que nos prestara esta pintura que no hemos visto desde la Primera Guerra Mundial. La pintura se vendió en una subasta perfectamente legal; ella lo compró y es dueño. No te pido que nos des la obra, sino que me la prestes por unas semanas”, dice.