El elemento visual del color se utiliza para crear la atmósfera de una obra de arte, ya que estimula nuestras emociones y percepciones. Así, nos ofrecen respuestas dispares como armonía o conflicto, calor o frío, debido a la combinación de pigmentos: un azul puede ser cálido o frío, según la composición (puede tender más al amarillo o al verde).
El primer conjunto de pigmentos apareció hace más de 40.000 años: la gente comenzó a colorear en rojo, amarillo, marrón, negro y blanco. Otros se unieron a ellos en el viaje de las innovaciones y los nuevos movimientos artísticos, desde el Renacimiento hasta el Impresionismo.
Pero la historia del color no se trata solo de descubrimientos. También hay reinvenciones: en el siglo XX, en varios movimientos artísticos, vemos la liberación del color de las reglas tradicionales de la pintura, convirtiéndose así en la estructura principal de la obra de arte. Estas transformaciones influyeron en los artistas para expresar sus emociones a través de pigmentos. Manchas de color, superposición de tonos y realce cromático son características que unen a estos cinco artistas que nos ayudan a descubrir la primavera. Se trata de un recorrido por el uso del color, que se inicia a principios del siglo XIX y se detiene en varios momentos, hasta la actualidad.
En constante movimiento y creación, Júlio Pomar (1926-2018) es uno de los artistas portugueses más destacados del siglo XX. Durante su largo recorrido creativo, desarrolló una gama de temas y temas en sus obras, como la protesta, la resistencia, el erotismo, el fado, la tauromaquia, la literatura, la mitología, los indios Xingu de Brasil y los animales. Perteneciente a la tercera generación de modernistas, Júlio Pomar es un artista cuyas obras van desde el neorrealismo al expresionismo, pasando por el abstraccionismo. En sus pinturas, el color encuentra su fuerza en una estructura de planos equilibrados, funcionando como forma en un conjunto que se diferencia de los pigmentos utilizados en el fondo. Desde trabajos con pinceladas libres hasta la yuxtaposición de colores intensos en bloque con el uso del acrílico, las obras de Júlio Pomar explorar intensamente la potencialidad del color. Además de la pintura y el dibujo, realizó trabajos en diversos medios como la serigrafía, el grabado, la escultura, la ilustración, la cerámica y la decoración mural de azulejos.
el artista portugués Noronha da Costa (1942-2020) se destacó en el panorama artístico por su constante estudio de la imagen y la percepción. Sus obras son fácilmente identificables por el uso de la técnica de la pistola pulverizadora que el artista concibió en los años 60. Noronha da Costa creó imágenes incrustadas en un paisaje, que están cerca de nosotros, sin embargo, permanecen en otra habitación, dándonos la percepción de que hay un vidrio esmerilado para dividir. El color es la estructura principal de su obra, ya que crea formas y luz, lo que potencia las tensiones presentes en sus paisajes. Explorando diferentes caminos, las piezas del artista portugués están marcadas por la mezcla de colores como azules anaranjados, amarillos, violetas, verdes, rojos y negros. La producción artística de Noronha da Costa estuvo marcada por el cuestionamiento de la percepción a través del color, siempre existiendo dualidades, entre real o virtual, duplicación o desenfoque.
Colores vibrantes y cautivadores representan la obra del artista portugués Renato Macedo. Desde retratos de animales hasta las obras más abstractas, el artista portugués crea estos elementos a partir de sus emociones. La inspiración para sus pinturas proviene del entorno que lo rodea y de las fotografías que captura. Así, el color es el elemento más potente de las piezas, ya que tiene la capacidad de transmitir los sentimientos del artista. En sus lienzos utiliza diversos materiales, como acrílico, óleo, carboncillo, pastel seco, grafito y acuarelas. La influencia de los movimientos impresionistas y postimpresionistas y de artistas contemporáneos como Paula Rego y Cristina Troufa, por la representación de la luz y el color.
Con una nueva atención puesta en el objeto común y su transformación, François Farcy (1994) crea obras insertas en una cultura de masas. El artista francés explora diferentes elementos, desde maniquíes con figura humana hasta esculturas de animales. Con colores intensos, fluorescentes y vibrantes, transforma sus piezas, dándoles un nuevo aspecto estético. La influencia de artistas como Basquiat y el movimiento del arte pop. La masificación de la cultura popular capitalista y la estética de las masas se revelan a través de piezas con símbolos de marca o elementos populares. Explorando varios soportes, François Farcy ofrece una mirada cercana a la cultura actual de forma espontánea y emotiva a través de un intenso cromatismo.
Fiel a su observación y con afán de expresión e investigación desde el arte, Carina Leal (1997) desarrolla sus obras involucradas en elementos naturales. Flores, plantas o simplemente movimientos de color representan su producción artística. En una idea romántica de observación íntima y sensible de la naturaleza, el artista portugués dibuja y pinta en varios materiales, como acrílico, carboncillo, pastel seco, gouaches y acuarelas. Las texturas y movimientos presentes se crean a partir de los contrastes de color, luces y sombras. Los colores expresan emociones, concibiendo vitalidad a sus obras. La influencia de artistas como Anselm Kiefer y Claude Monet.
En el Marketplace de P55 puedes descubrir la primavera a partir del realce cromático en las obras de estos cinco artistas: Júlio Pomar, Noronha da Costa, Renato Macedo, François Farcy Es Carina Leal.