Foto de Gustavo Bom
1.Bordalo II es un artista en crecimiento.
Su pasión por la pintura se remonta a su infancia, cuando pasaba horas y horas viendo pintar a su abuelo en su estudio y también por los bajos fondos de la ciudad de Lisboa, fuertemente influenciada en ese momento por las prácticas de graffiti. Comenzó a pintar con aerosol paredes en las calles a la edad de 11 años, con el nombre artístico Bordalo II, en honor y resaltar el legado artístico de su abuelo Artur Real Bordalo (1925-2017). En el curso de pintura de la Academia de Bellas Artes de Lisboa, descubrió la escultura, la cerámica y comenzó a experimentar con los más diversos materiales. Desde 2012, Artur Bordalo ha creado alrededor de doscientas esculturas de animales utilizando más de 60 toneladas de materiales reciclados.
Fotografía mundial portuguesa
2. Artista de renombre nacional e internacional
El espacio público es el escenario elegido para sus exploraciones de color y escala y la plataforma donde ha construido y desarrollado su trabajo artístico, que actualmente se centra en cuestionar la sociedad materialista y codiciosa de la que (también) forma parte. De hecho, su obra está representada en varios museos del país y en colecciones privadas de Francia, Italia, Japón, Estados Unidos y Alemania.
3. Las obras de Bordalo II están constantemente apreciando.
Desde el comienzo de su carrera, ha habido un crecimiento en la demanda de sus piezas. Como hay mucha demanda, sean esculturas grandes o pequeñas, las obras de Bordalo II tienden a valorar. Bordalo II es mayormente conocido por sus obras de arte hechas a partir de desechos, en una crítica a la sociedad consumista y la forma en que los seres humanos explotan los recursos naturales. La verdad es que el tema de la sustentabilidad, el uso de materiales, a partir de desechos, y puro realismo ¡atraen al público!
Fotografía Instagram (@sempalavras.pt)
4.El arte como mensaje de sostenibilidad: Obras de arte que ayudan al medio ambiente.
En los últimos siglos, la población mundial ha ido en aumento, aumentando así el consumo de recursos naturales y la producción de residuos. El acto de consumo en sí mismo no es un problema, ya que es necesario para nuestra supervivencia. Sin embargo, cuando consumimos en exceso, explotando los recursos naturales de la Tierra, creamos adversidades interfiriendo con el equilibrio del planeta. En una sociedad en la que es natural el consumo descontrolado y el abandono de productos prácticamente nuevos, es necesario hablar de residuos para crear soluciones a este problema. A partir de la década de 1960, esta preocupación ambiental y ecológica se trasladó al campo de las artes. Muchos artistas comenzaron a producir obras que cuestionaban nuestra propia supervivencia y las consecuencias de la acción humana sobre los recursos naturales. En una época en que se pensaba que el arte pertenecía a un espacio cerrado, museos, galerías, hogares, un número creciente de artistas comenzaron a producir al aire libre. Bordalo II crece con estas preocupaciones y transmite esta inquietud constantemente a sus obras. Sus instalaciones muestran la influencia de artistas como Joseph Beuys, quien creía que la única fuerza capaz de cambiar la humanidad y el orden social era el arte, basado en la creatividad humana. Pero también los ready-mades de Marcel Duchamp, los collages de Pablo Picasso y Georges Braque, entre otras creaciones que han transformado nuestra percepción de una obra de arte.
Fotografía de revista callejera
5. Obras de Arte que destacan.
Los objetos antes abandonados -las placas, los neumáticos, las puertas- en manos de Bordalo II adquieren una función estética y comunicativa, en forma de animales. El artista portugués quiere representar una imagen de la naturaleza en sus obras, a partir de lo que las destruye: basura, desechos y contaminación, expresando claramente una crítica al consumismo y ofreciendo una solución sostenible. Sus instalaciones "Big Trash Animals", repartidas en varios lugares del mundo, públicos o museos, gritan sobre la necesidad de la sostenibilidad socioecológica. En las calles de su ciudad natal, una serie de obras, ”Provocative” y “Train Tracks”, interactúan con el tejido y el mobiliario urbano, presentando una nueva mirada crítica a la sociedad, sus actores y limitaciones. Estas pequeñas intervenciones efímeras buscan ser un vehículo de comunicación y sensibilización a través del arte, abordando así temas tan diversos como la contaminación, la explotación de la mujer, el sensacionalismo mediático, la conectividad y el control, entre otros.