¿Cómo comenzó su carrera en el campo de los seguros?
PR: Mi iniciación y carrera en este sector sucedió de forma natural y previsible, dependiendo de la trayectoria de crecimiento de la empresa fundada por mi padre. En ese momento, apenas terminé la carrera, me incorporé a la empresa, donde trabajé en diversas áreas y departamentos. Inicié este camino en el departamento de crédito y garantías, el cual creé desde cero, debido a la afinidad técnica con los respectivos productos.
¿Cómo se fundó F.REGO?
PR: F. REGO fue fundada en 1979 por mi padre, Fernando Rego, quien en ese momento ocupaba un cargo destacado y era Gerente General en una de las mayores aseguradoras nacionales, decidió, continuando con su espíritu emprendedor, fundar la empresa para dar un enfoque personal de la gestión de clientes, así como la adopción de nuevos retos y nuevas áreas de negocio. Desde entonces, y partiendo de un pequeño equipo inicial de 3 personas, la empresa ha crecido hasta 3 oficinas en Portugal y un equipo de alrededor de 80 empleados.
¿Cuáles fueron los mayores éxitos y desafíos que enfrentó durante su carrera en F. Rego?
PR: Es difícil identificar, de manera sencilla, cuáles son los mayores logros y desafíos, ya que la gestión de una empresa es, en sí misma, un desafío permanente. Creo que debemos estar orgullosos del crecimiento constante y sostenible de la empresa, que nos permite ser uno de los mayores operadores nacionales en la actualidad, además de tener la preferencia como clientes de algunas de las mayores empresas que operan en Portugal. Entre los mayores retos destacaría la constante evolución del mercado y del sector, con una rápida y creciente digitalización de los procesos, así como la capacidad de atraer y retener talento, especialmente de las nuevas generaciones.
¿Cómo describiría el papel de un corredor de seguros en la sociedad?
PR: La correduría de seguros, como posición de liderazgo en el mercado de intermediación de seguros, brinda servicios de consultoría y gestión de riesgos a sus clientes, jugando un papel fundamental en la definición de una política y perfil de riesgo, así como en la búsqueda y diseño de soluciones a la medida de sus clientes, siempre basados en un servicio de atención al cliente permanente.
Con trascendencia histórica, creo que esta preponderancia ha ido creciendo, ante un notorio y continuo incremento en la complejidad de los riesgos y amenazas a los que están expuestas las Personas y las Empresas. En este contexto, la capacidad de acompañar, monitorear y, sobre todo, anticiparse a estas amenazas cobra aún más relevancia para una planificación eficaz, completa y sostenida por parte de las Organizaciones y la propia sociedad.
¿Cómo ves la relación entre el arte y el negocio de los seguros? ¿Cómo se relaciona su empresa con el arte?
PR: El sector asegurador, a través de algunos de sus principales operadores, a saber, las compañías de seguros, se posiciona como uno de los principales inversores institucionales en arte, en una lógica de reserva de valor y mecenazgo. Por otra parte, el arte, como bien muy atractivo, requiere de la existencia de un ajustado programa de seguros que garantice todos los eventos que puedan afectar a la pieza, preservando a sus propietarios o curadores de daños y perjuicios. En nuestro caso, diría que es una combinación perfecta, combinando el gusto personal y el placer de un amante del arte con la necesidad de compartir estos valores con nuestros equipos y clientes, apoyando al mercado.
¿Puede decirnos cómo su empresa F. Rego se posiciona en el mercado de seguros de arte?
PR: Dentro del área de corretaje, los seguros para cobranzas privadas e institucionales es una de las áreas de mayor actividad, buscando siempre asesorar a todos los clientes sobre las formas más adecuadas para proteger su patrimonio. Teniendo el privilegio de tener como clientes a innumerables clientes del mundo del arte, desde coleccionistas institucionales a privados, pasando por talleres y galerías, creemos que tenemos una gran proximidad a este mercado, presentando soluciones muy competitivas y completas.
¿Qué artistas y obras admiras más?
PR: El arte contemporáneo, del siglo XX, es decir la pintura, es el área de mayor afinidad y gusto, buscando, sin embargo, tener un carácter integral, entre artistas nacionales e internacionales, en elecciones y preferencias. Naturalmente, los que más admiro son los principales referentes de movimientos como el expresionismo, el cubismo, el abstraccionismo o incluso el surrealismo.
¿Tienes algún proyecto artístico o inversión? En caso afirmativo, ¿podría contarnos más sobre este?
PR: No puedo considerarme un coleccionista, sino un curioso y apasionado, que ha buscado armar un conjunto de piezas que, sobre todo, merezcan nuestro gusto personal, sin dejar de lado el aspecto inversor.
¿Cuál es tu opinión sobre invertir en arte? ¿Crees que es una buena inversión?
PR: Está comprobado que el arte, como inversión y activo de reserva, y desde una perspectiva de largo plazo, es una de las mejores inversiones que se pueden hacer. Si a esta rentabilidad le sumamos el gusto y el placer personal de disfrutar del talento y el arte de piezas únicas, me parece incuestionable que será uno de los sectores más atractivos para la inversión personal.
¿Cuáles son los riesgos y las recompensas asociados con invertir en arte?
PR: Como con cualquier inversión, existen riesgos, principalmente derivados de la imprevisibilidad del comportamiento de los mercados, así como la dificultad de comprender siempre cuáles son las apuestas correctas en una cartera de inversión. Dichos riesgos no son diferentes a los que tenemos, por ejemplo, en los mercados de capital o inmobiliario. Yo diría que el arte conlleva el riesgo adicional del propio bien y del daño material que pueda sufrir, que siempre debe estar protegido por un seguro adecuado. En general, como en otros sectores, el conocimiento, la experiencia y el seguimiento especializado son los medios más eficaces para mitigar los riesgos y aumentar el potencial de rentabilidad.
¿Has invertido en arte? Si es así, ¿cómo se realiza este tipo de inversión? ¿Puedes darnos algunos ejemplos de inversiones en arte que hayas hecho en el pasado?
PR: Sí, siempre con miras a combinar el gusto personal por la pieza con su valor potencial, actual y futuro. Considero que, como particular, es fundamental invertir en piezas que, además de valorarlas, tengan una “relación” con la obra, es decir, que nos guste disfrutarla y apreciarla.
¿Qué consejo le daría a alguien que esté interesado en seguir una carrera en seguros?
PR: Este es uno de los temas de mayor actualidad en nuestro sector, con un gran desafío en la atracción y retención del talento, especialmente de los jóvenes.
Creo que será importante, sobre todo, desmitificar un carácter burocrático y cierto “gris” que históricamente caracterizan al sector financiero en general, y al asegurador en particular. Hoy sabemos que es posible y muy recomendable innovar, encontrar nuevas formas de hacer y vender seguros, y sobre todo, crear interés y curiosidad por entender el importante papel que juega el sector en la economía y la constante evolución que tiene. sufrido para adaptarse al nuevo mundo digital en el que todos nos movemos. En resumen, diría que el sector debe abrir sus puertas a la sociedad, fomentando la conciencia de su preponderancia en el día a día de las Personas y Organizaciones, así como desvelando esta nueva cara, moderna, tecnológica y con un enorme potencial de evolución.