Pocos artistas abstractos fueron tan rigurosos con la forma y el diseño como Piet Mondrian. Así que el pintor holandés probablemente no estaría muy contento de saber que uno de sus cuadros ha estado colgado boca abajo durante los últimos 75 años. La composición de ciudad de nueva york 1 (1941) es una cuadrícula con líneas amarillas, azules, negras y rojas. Los expertos ahora creen que el lienzo puede haber sido invertido ya en 1945 cuando se instaló en el MoMA, un error que puede deberse a la forma en que se empaquetó y envió. Lamentablemente, el artista no estuvo presente para corregir el supuesto error, pues ya había fallecido un año antes, en 1944.
La metedura de pata solo fue descubierta este año por la curadora Susanne Meyer-Büser mientras planeaba “Mondrian. Evolution”, una nueva exposición dedicada al modernista en Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen K20 en Düsseldorf, Alemania. La obra ingresó a la colección del museo en 1980. Susanne Meyer-Büser declaró en la conferencia de prensa que solo descubrió este error cuando estaba investigando más sobre el pasado de la obra y encontró una fotografía de ella en el estudio del artista en 1944. La imagen que mostraba el cuadro sostenido por un caballete, al contrario de lo que siempre se había visto. Invertir la composición significaría que el grupo apretado de líneas que tradicionalmente se encuentra en la parte inferior debería estar en la parte superior, coincidiendo con la orientación de un trabajo muy similar. nueva York (1942), presente en el Centro Pompidou de París. Con estas pistas en mente, el curador también estudió la cinta en el lienzo y descubrió que la forma en que están dispuestas las capas sugiere que Mondrian debió trabajar de arriba hacia abajo. Los bordes en la parte inferior (que hasta ahora se ha entendido como la parte superior) son, por lo tanto, menos nítidos y en un lugar falta medio centímetro. Esta evidencia física fue considerada la más convincente por el equipo de restauradores de Meyer-Büser, quienes ahora consideran que su afirmación es cierta. Aún así, a pesar del descubrimiento de Meyer-Büser, la pintura se exhibirá de la misma manera desde 1945 por temor a dañar la frágil obra. La curadora considera que este error es solo parte de su larga historia. “¿Tal vez no hay una alineación correcta o incorrecta?” sugirió a la revista alemana Monopol.