El artista Manuel Baptista murió este sábado en Lisboa a la edad de 87 años, dijo a Lusa João Pinharanda, director artístico del Museo de Arte, Arquitectura y Tecnología (MAAT), en un comunicado.
Joaquim Manuel Guerreiro Baptista nació en Faro, en 1936, y se graduó en pintura en Lisboa, en 1962, en la Escuela de Bellas Artes, donde ejerció la docencia durante un breve período, dijo el director del MAAT. “Becario de la Fundación Gulbenkian en París, en 1963, y del Instituto Italiano, en Rávena, en 1968, también pasó largas temporadas en la República Federal de Alemania (RFA), donde, de 1977 a 1980, estableció importantes relaciones con coleccionistas y galerías”, indicó, subrayando que, “en Portugal, [la obra de Manuel Baptista] forma parte de todas las grandes colecciones de los museos, y [él] mantuvo una actividad constante en el universo de las galerías”.
Repartiendo su tiempo entre Lisboa y Faro, desarrolló en esa ciudad del Algarve “una importante misión artística y pedagógica cuando dirigió, en la década de 1990, dos galerías municipales, Trem y Arco, presentando una amplia gama de artistas históricos y jóvenes”. “Varios premios nacionales (Soquil, 1970; Arus, 1982; Bienal de Cerveira, 1984; BANIF, 1993) y algunas exposiciones antológicas y retrospectivas de su obra (Loulé, 1988; SNBA, 1990; o Casa da Cerca, Almada, 1996) estaban garantizando su reconocimiento”, prosigue uno de los veteranos de la curaduría y la crítica del arte portugués.
Pinharanda destacó que Manuel Baptista recibió, en 2012, el Premio Autores, atribuido por la Sociedad Portuguesa de Autores (SPA) a la exposición presentada en el Museo de la Electricidad (actual MAAT), de la Fundación EDP, y que “esta exposición reveló un desconocido faceta de su obra, realizando proyectos escultóricos e instalativos de los años 60 y 70 y aportando una nueva dimensión crítica a su obra, cercana al Pop internacional en temáticas (objetos cotidianos), materiales (neón, plexiglás, metal) y escala (con soluciones que justificaba el título de la exposición: 'Fuera de escala'”.
“Su obra es múltiple y difícil de clasificar: se desarrolla en el campo de la pintura, el dibujo y la instalación, en una tensión permanente entre la Figuración y la No figuración, entre el paisajismo y una fascinación casi Pop por la cotidianidad”, observó. “Los acantilados de su Algarve natal podrían pensarse como enormes esculturas festivas o estructuras reveladas en sombríos dibujos; los recortes superpuestos podrían revelarse como ventanas sutiles en un mundo vegetal; las formas más simples de la geometría podían convertirse en pinturas monocromáticas (círculos, pentágonos, triángulos), pero donde la superficie se enriquecía con sucesivas capas de recortes que constituían delicados relieves y sombras, o los semicírculos se convertían en delicados y complejos abanicos”, describió. Según João Pinharanda, Manuel Baptista preparaba, para julio próximo, una nueva retrospectiva mundial de su obra, en el Museo Faro y en la galería Trem. “Su implementación confirmará la importancia y singularidad de su obra”, concluyó.