“Desde su juventud, la artista ha tenido una participación activa permanente en la defensa del humanismo, el respeto a la dignidad humana y los derechos humanos. Una conexión muy fuerte con la tierra y las tradiciones populares y una atención permanente a la dureza de la vida y la compasión han caracterizado una notable coherencia en su trabajo”, dice el jurado, que estuvo presidido por Guilherme d'Oliveira Martins, socio correspondiente de la Academia de Ciencias de Lisboa. "ParaGraça Morais la ciudadanía cultural es algo natural y necesario. Su talento artístico y la elección de los temas de sus obras, en estrecha relación íntima, se sustentan siempre en la atención al prójimo y el cuidado de los más vulnerables. El artista y el ciudadano están siempre presentes, lo que constituye un ejemplo único en el panorama del arte contemporáneo, merecedor de un reconocimiento especial”, subrayó el jurado del premio promovido por Estoril Sol, en un comunicado enviado a la agencia Lusa.
El premio Vasco Graça Moura – Ciudadanía Cultural, dotado con 20.000 euros, distingue este año a la pintora Graça Morais, con más de 50 años de trayectoria, destacando “su trayectoria cultural, artística y cívica”, anunció hoy la promotora.
Este galardón se suma a otras distinciones que ya ha recibido la artista visual, como la Orden del Infante D. Henrique, con el grado de Gran Oficial, otorgada en 1997, y la Medalla al Mérito Cultural, por su contribución a las artes, otorgada en marzo de 2019 por la entonces Ministra de Cultura Graça Fonseca, y el más reciente premio “Personalidad del Norte”, de la Comisión de Coordinación y Desarrollo Regional del Norte, que le fue entregado a fines de noviembre.
Quien es Graça Morais?
Graça Morais es uno de los artistas visuales portugueses más destacados de la actualidad. Envuelta en el misterio y la sorpresa, transmite al espectador, desde el acto de pintar, su memoria del mundo rural, del pueblo de Vieira en Trás-os-Montes, donde nació y creció. Las actividades y hábitos rurales tejen las líneas intensas de sus creaciones, revelando así la realidad de la propia artista y de las personas que la rodean. Además de pintar, creó ilustraciones para libros y paneles de azulejos en varios edificios como el Edificio Caixa Geral de Depósitos en Lisboa, la Estación de Metro de Bielorrusia en Moscú, entre otros. En 1983 representó a Portugal en la XVII Bienal de São Paulo y en 2008 se inauguró el Centro de Arte ContemporáneoGraça Morais (CACGM) en Bragança, diseñado por el arquitecto Souto Moura, que tiene un núcleo de varias salas dedicadas a la obra del pintor.
Como el olivo está vinculado al territorio nacional,Graça Morais está inmensamente inmerso en el ambiente y la mitología rural portuguesa, más concretamente en Trás-os-Montes, en el extremo nororiental de Portugal. Divide su tiempo entre sus estudios en Lisboa y Vieiro-Freixiel, el pueblo del norte de Portugal donde nació en 1948. De aquí se nutre de las ideas y las imágenes que vemos representadas en sus obras, desde perros, gatos y cabras, a la violencia de los hombres y a la crueldad de la naturaleza. Crudo y natural, Graça Morais expresa la otra cara de sus orígenes, dando a conocer al ser humano, sus capacidades e historias. La vida cotidiana es el tema principal en la obra de la artista, por lo que se volvió fundamental representar las actividades de las personas que la rodean, desde el registro de la ropa, hasta el cabello, pasando por la relación misma que los individuos tienen con la tierra.Graça Moraiscompara el acto de creación de un artista con el cariño que las personas tienen por la tierra y por crear en ella algo que luego dará sus frutos. Sus pinturas y dibujos están poblados de figuras femeninas que cuentan la propia historia de la artista pero también tejen coreografías míticas y trágicas de los secretos de mujeres trabajadoras de una generación anterior a la suya. En los últimos años, se ha involucrado cada vez más en la violencia humana, retratando “un mundo transfigurado” lleno de guerra y otros problemas.