"Ahora, João Cutileiro él conoce, del cuerpo humano, lo que es quizás la parte más conmovedora de él: la imperfección armoniosa. Todo el erotismo de las mujeres que esculpe reside ahí, en esta aparente paradoja. Hoy, una Venus salida de las manos de Cutileiro tendría una cintura frágil para el volumen y el peso de sus pechos, brazos esbeltos, hombros casi de niña y muslos densos e inquietos como el mercurio. Frente a las figuras de Cutileiro, el placer de mirar es, de hecho, un placer erótico. Sin embargo, no el goce ambiguo e imponente del “voyeur”: aquí, el observador ya no es un voyeur, se ha convertido en agente y es su propio cómplice y encubridor. Ante estos desnudos, la conocida y reconfortante afirmación de que la desnudez total es casta pierde sentido. Estas mujeres y estos hombres no se desnudan para mostrarlos en un templo griego o en un museo moderno: están desnudos por amor. Que es, afrontémoslo, la mejor razón que puede haber para quitarnos la ropa. - José Saramago
João Cutileiro y el marmol
El artista João Cutileiro marcó profundamente la escultura y la identidad misma de la historia del arte portugués, al reinventar los medios de producción. Inició sus estudios en la Escola Superior de Belas-Artes y posteriormente en la Slade School con Reginald Butler. En la década de 1960 comienza a exponer y trabajar con diferentes temas y materiales, teniendo siempre presente su ideario político y la defensa de la libertad de expresión artística. En 1966, el artista introdujo en su producción máquinas eléctricas para cortar piedra, lo que le permitió dedicarse exclusivamente al mármol. Mediante el uso de este elementoJoão Cutileiro fue más allá del estatuto académico y construyó un nuevo lenguaje. El uso de la piedra marcó a una nueva generación y rompió no solo las barreras del arte, sino también los tabúes de una sociedad profundamente católica e influenciada por las creencias del Estado Novo. A lo largo de su carrera, fue reconocido a través de encargos públicos y privados, en los que el artista recreaba personajes o momentos históricos, alegóricos y religiosos (Monumento al 25 de Abril en Lisboa, D. Sebastião en Lagos, Homenaje al Pescador en Póvoa do Varzim). Además de estos temas, el escultor exploró otros como guerreros, flores, árboles y pájaros, figuras bífidas y figuras femeninas (torsos y niñas). En este artículo abordaremos uno de los temas a los que la artista se mantuvo fiel, las niñas, para comprender cómo la artista despertó la belleza del cuerpo femenino expresando placeres instintivos.
Las niñas
La sensualidad del cuerpo femenino fue una constante en su obra, produciendo así un homenaje a la mujer como fuente de vida y amor. Las esculturas de los torsos acercaron al artista a las obras clásicas, al vincular los contornos de elementos del cuerpo femenino, con el fin de despertar su belleza. Las niñas, nombre impuesto por laJoão Cutileiro, marcó gran parte de su producción. Predominantemente estas esculturas están formadas por un cuerpo de mármol (blanco, crema, rosa, marrón o gris grisáceo), ojos de colores realizados en mármol pulido y cabellos también del mismo material, toscamente trabajados. Algunas de las figuras son sencillas, mientras que otras están rodeadas de formas de la naturaleza o espacios escenográficos, expresando así placeres instintivos. Por último, tenemos los maniquíes, compuestos por piezas separables y fáciles de transportar que forman un cuerpo o fragmentos del mismo.
El Lago de Tagides enJoão Cutileiro
Entre los diversos conjuntos escultóricos de figuras femeninas,João Cutileiro tallado El Lago de Tagides en el Parque das Nações de Lisboa. Éstos evocan a los Tágides, figuras míticas que vivirían en el río Tajo, según las lusiadas por Luis de Camões. Estas están representadas en su espacio predilecto, pues según la mitología, las ninfas son seres que viven en las aguas de los ríos y mares. Estiradas para descansar y bañarse sin preocupaciones, estas míticas figuras despiertan una sensualidad que cuestiona la relación entre el cuerpo y el agua.João Cutileiro crea los tagides, como si fueran maniquíes, con varios fragmentos que se ensamblan y construyen un cuerpo. Podemos observar, a través de este conjunto, que la trabajabilidad y el pulido de la piedra, concretamente el mármol, permiten revelar la sensibilidad del material y su plasticidad.
la casa de mateo
Otro ejemplo de la exaltación de la sensualidad, lo místico y lo ingenuo es la escultura de la niña de la Casa de Mateus. Sus dimensiones lo hacen real y crean una estrecha interacción con el espectador. La niña inmortalizada en este espacio demuestra su dolor y angustia a través de la ligereza y el equilibrio de sus miembros. El mármol pulido transmite la sencillez y naturalidad de su posición, que contrasta con el entorno que lo rodea.
Además de la escultura,João Cutileiro dibujó intensamente, creando también en este formato a las chicas con toda su sensibilidad, delicadeza y sensualidad. Las proporciones humanas se olvidan en estos dibujos, celebrando la fisonomía de las nalgas y los senos con proporciones aumentadas y una cintura afilada. Ya sea en escultura o dibujo,João Cutileiro retrata constantemente la belleza del cuerpo femenino con una intensidad humana por la libertad.