Suprematismo vs Constructivismo
A principios del siglo XX se desarrollaron las vanguardias rusas, que acabaron teniendo un notable impacto en los movimientos artísticos europeos. El clima de estabilidad política en Rusia, pero también la apertura después de 1905, permitió el surgimiento de nuevas ideas. Influenciados por Cézanne y los movimientos de vanguardia en Europa, asistimos al nacimiento de dos nuevos estilos artísticos, el suprematismo y el constructivismo.
¿Qué fue el Suprematismo?“La supremacía de la pura sensibilidad en las artes figurativas”
En 1915, el pintor Malevitch, en colaboración con el poeta Vladimir Maiokovsky, publicó el Manifiesto suprematista. Defendió la idea de un arte autónomo, que se centraba en su potencial y no tenía intención de imitar la realidad. En el mismo año, Malevitch presentó 39 obras no objetivas en la Exposición 0.10, que consisten en figuras geométricas monocromáticas sobre fondos blancos que no se relacionan con el mundo objetivo o real. De esta exposición, Malaitch destacó la pintura monocromática, “Cuadrado negro sobre fondo blanco”, al situar esta obra en el espacio establecido en la cultura imágenes ortodoxas a religiosas (Virgen Maria). Estas obras renunciaban a la interpretación de ideas o emociones, y pretendían someter la pintura a una pureza temática y de medios expresivos. Esta nueva forma de abstracción pura, totalmente adescriptiva, influyó en varios artistas y movimientos artísticos durante el siglo XX. Un ejemplo de esto es el arte abstracto, el expresinismo abstracto, el minimalismo, el arte conceptual, entre otros.
A lo largo de su carrera, Malevich siempre buscó crear composiciones puras, desprovistas de toda sensualidad, y afirmó que las apariencias externas de la naturaleza no tenían ningún interés para él, lo esencial era la sensibilidad, libre de las impurezas que envolvía la representación del objeto, más que que eso, que implicaba la percepción misma del objeto.
¿Qué fue el constructivismo?
Al contrario de lo ocurrido en el resto de Europa, la salida de Rusia de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la Revolución Rusa de 1917 propiciaron el desarrollo de actividades artísticas y la participación activa de los artistas en la reorganización del país. En 1918, con el fin de intensificar la propaganda política, Lenin propuso la construcción de monumentos a los héroes de guerra. Surgió así el constructivismo, un movimiento que pretendía poner la creación artística al servicio de la sociedad, apoyándose en la tecnología. El término proviene de un catálogo donde se decía que “todo artista debe ser trabajador, la fábrica es el lugar donde se crea y se construye la verdadera vida”. Para los constructivistas, el arte debía estar ligado a la producción fabril, la industria y el nuevo orden social y político que se vivía en Rusia. De esta forma, el nuevo artista debía abandonar los conceptos burgueses meramente contemplativos de las bellas artes y transformarse en un artista activo que interviene en el contexto social y en la producción industrial. En 1919, Vladimir Tatlin concibió el “Monumento a la Tercera Internacional”, un edificio de 400 metros de altura, que combinaba escultura y arquitectura, pero también la idea del arte al servicio. Sin embargo, este proyecto nunca se construyó. Por otro lado, hubo expresiones artísticas más gráficas, como los carteles de propaganda, con figuras realistas en construcciones geométricas de gran austeridad, de Aleksandr Rodchenko.
A partir de 1919, el Constructivismo contó con el apoyo del Partido Comunista, sin embargo, en los años siguientes, los responsables del movimiento se encontraron divergentes en relación a su postura política. Una parte del grupo sostenía que los artistas debían mantener una implicación personal en el proceso creativo, mientras que la otra parte defendía que los artistas eran “trabajadores intelectuales” y, por lo tanto, deben trabajar desde ese punto de vista. En este punto, muchos artistas abandonaron Rusia para encontrar un espacio donde pudieran involucrarse personalmente con su creación. Mientras tanto, otros ponen sus creaciones artísticas al servicio de las demandas económicas y políticas del país donde residían. Aunque este movimiento empezó en Rusia, acabó extendiéndose a otros países europeos, principalmente Alemania. Duró hasta mediados de la década de 1930, cuando fue reemplazado por el realismo socialista. El constructivismo tuvo una profunda influencia en el arte moderno y el diseño moderno, como De Stijl y Bauhaus.